“El reciclaje varía drásticamente según el país. Lamentablemente, España no figura en el Top Ten de las naciones que más reciclan sus desperdicios, ya que si bien se hacen enormes esfuerzos en ese sentido, nuestro país aún tiene un largo camino por recorrer para formar parte de esta lista"
SUECIA
Esta nación es bien conocida por su pasión por el reciclaje, de hecho, es el único país del mundo al que la cantidad de basura que generan no les alcanza y han acabado por comprarles a sus vecinos continentales sus propios desechos. Esto sucede porque Suecia emplea el 99 % de sus residuos en generar electricidad en sus 32 plantas de WTE repartidas por todo el país, con la que alimenta la sed de energía de más de un cuarto de su población. Pero además han puesto en práctica otra gran cantidad de medidas encaminadas a que exista una mayor conciencia entre los ciudadanos y aparentemente han dado muy buenos resultados, entre ellas se cuenta la de: ordenar y reciclar escrupulosamente la basura o reciclar con música.
JAPÓN
Japón tiene una Ley que se aplica a todos los fabricantes de aparatos electrónicos y electrodomésticos: deben ocuparse de recoger los que ya estén en desuso y encargarse de reciclarlos o destruirlos. Para ello existe un sistema que obliga a cada consumidor a pagar una cuota de reciclaje. Los honorarios dependen del aparato, la marca y el tamaño de la unidad. El costo de reciclar una pequeña televisión ronda los 20 euros, mientras que el de un refrigerador es de casi 40. Para ello, las empresas han puesto a disposición de sus clientes una serie de centros ecológicos, en los cuales es posible entregar cada aparato. Allí primero se quitan los metales y partes reutilizables y luego los restos se trituran con el fin de volver a procesarlos. Para las próximas Olimpiadas de Tokio 2020 se espera que las medallas se fabriquen con metales recuperados.
ITALIA
Si bien en Venecia o en Florencia no suele verse un solo papel tirado, Roma está considerada una de las ciudades más sucias de Europa. Por ello las autoridades han tomado medidas muy estrictas en cuanto al control de los desechos, además de lanzar campañas de concientización masiva, en varios medios de comunicación. A los residentes se les ha impuesto una nueva Ley mediante la cual, si tienen un contenedor de reciclaje a menos de 500 metros de su puerta de entrada, pueden recibir una multa de hasta 619 euros, si se comprueba que no depositan los residuos donde corresponde. En cuanto al turismo, se están haciendo campañas mediante las cuales se insta a que los visitantes a que también colaboren, con el fin de ayudar a conservar la capital italiana, antiguo centro del Imperio Romano, libre de desperdicios. Y aparentemente, esto está funcionando. Alemania Alemania es muy diligente con su sistema de desechado de basuras. Tienen una amplia gama de cubos de reciclado al alcance de cualquier ciudadano y a los alemanes se les enseña desde la escuela cómo se deben disponer los diferentes tipos de residuos. De hecho, incluso tienen un contenedor especial separado para depositar los cadáveres de animales, ya sean de mascotas domésticas o de los que hayan perecido por cualquier otra razón (atropellos, caza, etc.) y las autoridades disponen de ellos de la manera más conveniente.
BÉLGICA
Bélgica logra reciclar el 91% de partes de automotores y pretenden que en breve dicha tasa sea del 95 %. Mediante técnicas especiales de trituración y posterior separación mecánica de los fragmentos, se consigue una reutilización muy amplia de los materiales reciclados. Esto significa un gran ahorro energético para la industria automotriz del pequeño país, así como en la adquisición de materias primas vírgenes. Además, están promocionando fuertemente la venta de vehículos eléctricos.
SUIZA
La tasa de reciclaje de Suiza es una de las más altas del mundo y ello tiene una explicación muy sencilla: las bolsas obligatorias para desechar la basura son bastante caras, por lo que es necesario darles el mejor y más amplio uso, para amortizar el gasto. Por otra parte, Suiza no permite que ningún tipo de residuo sea volcado en vertederos y mucho menos en ríos o lagos, exigiendo a los receptores de basura y empresas en general, que incineren los detritus de forma eficiente y no contaminante, ya sea como biomasa o simplemente para hacerlos desparecer.
CANADÁ
Canadá emplea el sistema de recogida estándar de diferentes contenedores para el reciclaje. Pero la diferencia la hacen sus ciudadanos, que extreman el cuidado de sus hogares, lugares de trabajo y espacios compartidos. Uno de los ejemplos más claros de este sistema es el de los neumáticos. En Canadá es impensable que exista un “cementerio” de ruedas de coches, ya que todas se reciclan de diversas formas: para hacer paneles que se colocan en terrenos de juegos, para mezclarlos con asfaltos y dar elasticidad y mayor durabilidad a las capas de protección de las carreteras, etc. Los canadienses tienen tal fiebre de reciclado que, desde hace unos años, funcionan contenedores que permiten reciclar hasta las colillas de cigarrillos, que están consideradas como el elemento de desecho
Reciclar es más que una acción, es el valor de la responsabilidad por preservar los recursos naturales
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